miércoles, 9 de julio de 2014

LOS MÉTODOS DE ENSEÑANZA

INTRODUCCIÓN:

En la primera conferencia del Coloquio dedicado al estudio de la inteligencia, el Dr. Diego González Serra, concluyó su exposición con un párrafo de gran significado para el tema que hoy abordaremos.  En aquella ocasión se expresó:


" Si lo asimilativo se asocia con la determinación externa de las capacidades, lo creativo se corresponde con su autodeterminación, con el rol autónomo y activo del sujeto. De aquí la necesidad de combinar la asimilación de conocimientos, habilidades y hábitos ya establecidos socialmente con el método problémico, con los métodos activos, que despiertan la creatividad por parte del estudiante e integran ambos  aspectos en  un  proceso  único de la enseñanza " (1).

Nos proponemos hoy, el análisis de la estructura del método de enseñanza, desde el punto de vista didáctico - general, para establecer los vínculos esenciales y necesarios entre los componentes de esta estructura y algunos conceptos que desde el punto de vista psicológico, sin lugar a dudas, le sirven de fundamento teórico al tema.

Partiendo del análisis de su estructura a través de su presentación gráfica, trataremos de demostrar la relación existente entre los objetivos - contenido - métodos - medios para posteriormente ejemplificar de forma general algunos métodos y " técnicas " que ocupan un importante papel dentro de la Didáctica contemporánea, por su contribución al desarrollo de la creatividad en los estudiantes.

Con las ideas aquí expuestas, no pretendemos agotar el tema, que es por demás muy polémico y sí plantear algunas reflexiones que no son sólo el resultado del estudio teórico, sino también de la propia práctica.  Son, por lo tanto, ideas que pueden ser sometidas a discusión, a debate, y por ende a cambios.

EL MÉTODO Y LOS COMPONENTES DE SU ESTRUCTURA.

Cuando hablamos de la estructura de un objeto dado (contenido), nos referimos a los componentes que lo integran y a las relaciones e interrelaciones que se establecen entre ellos  que dan lugar al funcionamiento interno de dicha estructura.

La estructura del método de enseñanza, bien conocida a través de los textos de Didáctica General, encierran el aspecto externo e interno del mismo.

Desde el punto de vista didáctico general, la estructura del método pudiera representarse de forma tal que pueda ajustarse a la estructura de cualquier método particular.

Desde el punto de vista general y externo, el método de enseñanza, puede ser considerado como la interrelación entre las actividades del profesor y las actividades del estudiante.

En efecto, al observar un proceso de enseñanza cualquiera, vemos por una parte al profesor realizando actividades específicas y por otra, al estudiante correspondiendo a esa dirección, con otras actividades.

Sin embargo, en este análisis debemos recordar que el término actividad supone en su estructura dos formas funcionales de regulación: la inductora y la  ejecutora.  En la enseñanza, la actividad se manifiesta a través del método.

La actividad es, en este caso, una unidad estructural que se manifiesta si está presente la motivación, sin embargo, para que la actividad pueda materializarse en acciones y operaciones, resulta imprescindible la presencia del objetivo.  De tal forma que en el esquema, apreciamos la presencia del objetivo del profesor que determina las acciones del mismo, así como los medios que éste empleará en su ejecución.

Existe un estrecho vínculo entre los objetivos del profesor y los objetivos del estudiante, tanto que la determinación de los objetivos de este último supone partir de las propias necesidades de los estudiantes, en el plano de sus conocimientos, habilidades y valoraciones.  Los objetivos del estudiante determinarán las acciones y operaciones de éstos, así como los medios de que dispone para el aprendizaje.

La interacción entre estos dos sistemas de acciones nos llevará al logro de los objetivos que serán tanto del profesor como del estudiante.

Si existe un objetivo y se materializa la acción, la presencia de operaciones es imprescindible para el desarrollo de estas últimas.

Identificamos las acciones del profesor como los métodos de enseñanza y las operaciones como los procedimientos que se emplean, que pueden variar, repetirse o intercambiarse en un método u otro.  En el caso de los estudiantes, las acciones y operaciones constituyen el proceso mismo de adquisición y asimilación de conocimientos, habilidades y valoraciones, a través de la realización de tareas docentes concretas.

Pero las acciones y operaciones se materializan porque poseen un sustrato material, dado por el contenido de la enseñanza quién determina el carácter de las propias acciones y operaciones que se deberán ejecutar.  En los medios de presentación del material docente y en los que utiliza el estudiante en el proceso de asimilación, está presente el contenido, adoptando diferentes formas de representación.

Dicho así, la estructura del método puede parecer simple, sin embargo, su complejidad radica precisamente en el movimiento interno de cada uno de los componentes de esta estructura, es decir, de su dialéctica.

A través del análisis de esta representación se evidencia el estrecho vínculo que existe entre los objetivos, el contenido y los métodos y medios, así como su grado de interpretación.

No hay acciones sin objetivos, así como no puede considerarse el contenido como un modelo estático de información, sino un modelo dinamizado por las acciones del profesor y los estudiantes, en los medios de representación de los conocimientos y en los procedimientos para formar habilidades y hábitos con la correspondiente consecuencia en el estudiante.

De lo anterior se desprende que las acciones y operaciones son componentes esenciales de la asimilación de los conocimientos y las habilidades y están presentes en el método como elemento que dirige la ejecución del proceso de enseñanza - aprendizaje.

Pero son además denominador común en la estructura del objetivo, del contenido y de los medios de enseñanza y se convierten de hecho en un elemento esencial para la interrelación de éstos.

De cómo se organizan estas acciones y del conocimiento de las invariantes funcionales que se determinen, dependerá que un método se manifieste con un carácter productivo o no.

Partiendo de estos presupuestos teóricos, analicemos  cuáles son aquellos métodos de enseñanza que por las características de sus acciones tienen mayores posibilidades para desarrollar en los estudiantes estas cualidades superiores de creatividad e independencia, a las que hacíamos referencia en el inicio de este trabajo.

MÉTODOS PARA EL DESARROLLO DE LA CREATIVIDAD E INDEPENDENCIA DEL ESTUDIANTE.

Existen diversos métodos que implican en su desarrollo el desencadenamiento de acciones productivas en el aprendizaje.  Estos métodos propician la realización por el estudiante de tareas de indagación, búsqueda e investigación que forman en ellos un pensamiento creador y un trabajo independiente.

Dentro de ellos encontramos: los métodos problémicos, los juegos didácticos, los métodos de discusión, métodos de asimilación, uso de la computación e introducción de las " técnicas " de dinámica grupal como procedimientos.

Haremos una breve referencia a algunos de éstos métodos y nos referiremos a las posibilidades que ofrecen las técnicas de dinámica de grupo en el aula.

Es necesario aclarar que en la base de los métodos productivos se encuentra la presencia del elemento problémico como factor fundamental y desencadenante del desarrollo de esas cualidades en el estudiante.

Los métodos más difundidos dentro de la enseñanza problémica son: la exposición problémica, la conversación heurística, la búsqueda parcial y el investigativo.

Los métodos problémicos deben ser utilizados como un sistema, haciendo de los mismos un uso combinado y regular, en función del nivel de desarrollo alcanzado por los estudiantes.

Como ya planteamos, estos métodos, por su carácter, propician no sólo un mayor interés hacia el aprendizaje sino también mayores posibilidades de individualizar la enseñanza, de atención directa y diferenciada de los estudiantes dentro del proceso de enseñanza.                     
Las situaciones problémicas, problemas, tareas y preguntas constituyen los elementos básicos de su dinámica interna.  Son las que permiten que se desencadenen las acciones y operaciones productivas en el alumno.

Iniciándose con la exposición problémica se puede lograr el primer contacto de los estudiantes con las situaciones problémicas presentadas por el profesor. El planteamiento del problema así como las tareas de búsqueda de solución, son planteadas por éste.  El profesor revela las contradicciones y va descubriendo los elementos desconocidos, partiendo de los datos del problema.  La enseñanza se produce mediante la demostración de los hechos y fenómenos de estudio. Al estudiante no se le transmiten los conceptos acabados tal y como ocurre en la exposición tradicional.  El estudiante sigue la lógica del pensamiento acerca del conocimiento que le está siendo presentado, al mismo tiempo que asimila recursos y vías para apropiarse del mismo y desarrollar habilidades de carácter lógico.

Los restantes métodos problémicos, aplicables a partir del momento en que el estudiante posee determinadas habilidades en el proceso de búsqueda, se utilizan para que al mismo tiempo gane en independencia cognoscitiva.

El profesor no tiene que resolverlo todo en determinado momento, pueden quedar problemas o tareas sin resolver que pueden ser trabajadas por los estudiantes que propician una búsqueda parcial y los resultados de sus acciones son discutidos en actividades prácticas como los seminarios.

La esencia de todos estos métodos está en que crean en el estudiante la necesidad de resolver los problemas para llegar a la verdad, desarrollando por sí mismos el camino científico de descubrimiento y arribar a conclusiones.

La aplicación de estos métodos requiere que las acciones del profesor  partan de un dominio profundo del contenido de enseñanza y de la metodología para su aplicación.  También exige un conocimiento del nivel de desarrollo de los estudiantes y un dominio de las posibles soluciones que se manifiestan en el proceso de su aplicación.  Son métodos muy productivos, tanto para el profesor como para los estudiantes.

Una variante dentro de los métodos problémicos la constituyen los llamados JUEGOS DIDÁCTICOS que en la enseñanza superior se denominan juegos ocupacionales o profesionales didácticos.

Si analizamos los principios que están presentes en la metodología de trabajo de estos métodos, comprenderemos mejor su importancia en la enseñanza.

Dentro de estos principios, entre otros, se encuentran: la interpretación de roles, la dinamicidad, la competencia, la colectividad, la preparación de modelos y el carácter problémico.

Cuatro son los principios básicos que definen los métodos de juego, analicemos solamente éstos por su importancia.

La preparación de modelos es el principio que orienta la elaboración de aquel aspecto de la realidad que será imitada por el estudiante en el proceso del juego.

El carácter problémico refleja las regularidades lógico - psicológicas del pensamiento y de la enseñanza y se manifiesta o expresa en la propia preparación del modelo de imitación.

La independencia, permite imaginar el juego ocupacional como una actividad productiva por parte de cada uno de los estudiantes.

La competencia está basada en la eficiencia de la actividad lúdrica y expresa los tipos fundamentales de motivaciones para participar en el juego.  Sin competencia no hay juego, todo juego está impregnado de un espíritu de competencia, desde que se piensa en él, en su desarrollo, terminación e inicio del próximo juego.

La realización de los juegos profesionales supone la ejecución de una serie de tareas que implican acciones tanto del profesor como del estudiante, durante el proceso de solución de los problemas presentes en el modelo de imitación.  Entre estas tareas se encuentran:

1. Preparación para la tarea práctica.

2. Planteamiento de la tarea central.

3. Elaboración del modelo de imitación del objeto.

4. Solución de la tarea sobre la base del modelo de imitación.

5. Evaluación, corrección.

6. Realización de la solución tomada.

7. Síntesis y conclusión de la experiencia, y por último,

8. Retroalimentación para cerrar el ciclo.

"El juego ocupacional didáctico, sirve, ante todo, como instrumento para desarrollar el pensamiento teórico y práctico del futuro especialista. La interacción de los estudiantes con el contenido cognoscible del juego es mediatizado por la interacción de la personalidad con otros participantes lo cual es organizado por el profesor como las tareas didácticas lúdricas, y para preparar y adoptar soluciones conjuntas e individuales"              

Un método muy empleado en la formación de personal dirigente y que no se aparta de los elementos esenciales hasta ahora analizados, es el llamado método de situaciones en carpetas.

Este método contribuye al desarrollo de habilidades tales como: organizar y coordinar el trabajo, escuchar y valorar críticamente a otras personas, manejar información recibida destacando lo importante de lo secundario (clasificación), delegar tareas.

Supone dentro de sus propósitos fundamentales la profundización y sistematización de los conocimientos y técnicas de trabajo y el intercambio de experiencias entre los participantes sobre el enfoque de la solución de los problemas.

Como se observa, el elemento problémico está presente en esta variante del juego profesional.  Aquí el estudiante tiene que asumir un papel al que no está acostumbrado.  Recibe una carpeta en la que se encuentra la situación planteada (el problema o conjunto de ellos), además de otros problemas que rodean al central e información adicional que puede ser útil para asumir posiciones y adoptar posibles soluciones.

Con todo este arsenal, el estudiante deberá trabajar, hacer esfuerzos, para de una forma creativa e independiente, arribar a las soluciones.

Los resultados individuales pueden ser discutidos en grupos donde se puede conocer el nivel de gestión individual en la solución de los problemas planteados.

Los llamados métodos de discusión, de forma genérica, pueden incluir en sí expresiones problémicas en las formas organizativas como los cine - debates, paneles,  o ruedas de prensa, etc.

De carácter grupal, en estos métodos se someten a discusión y juicios, situaciones problémicas que contienen aspectos contradictorios y que permiten el debate de los participantes de forma rica y abierta.

Estos métodos desarrollan en los estudiantes el ejercicio de la crítica, el criterio, el respeto a las ideas de otros, la toma de posiciones, la utilización de conocimientos diversos para defender sus posiciones con el consecuente desarrollo de  la expresión oral, la imaginación, el pensamiento reflexivo, etc.

Su empleo tiene grandes posibilidades  no sólo en el contexto del aula, sino fuera de ella, en las unidades docentes, escuelas, etc., en fin, allí donde sea necesario reflexionar y asumir posiciones sobre aspectos importantes y contradictorios del contenido de enseñanza.

Otras variantes para activar el proceso de enseñanza las constituyen las llamadas " técnicas " de dinámica grupal, que pueden ser empleadas en calidad de procedimiento dentro de un método específico.

Estas  "técnicas ", diseñadas para crear un ambiente favorable en las relaciones y comunicación interpersonal entre los sujetos que aprenden, pueden ser de extraordinaria ayuda para el trabajo docente, ya que favorecen el intercambio de ideas y el arribo a soluciones creadoras, tanto grupal como individualmente.

De estas técnicas existen muchas, todas con objetivos y propósitos definidos desde el punto de vista psicológico, pero muy útiles para organizar y dirigir el trabajo pedagógico de forma atractiva, amena y, sobre todo, productiva.  Lo interesante y curioso de estas técnicas es, que cuando el profesor comienza a aplicarlas, ya no puede sustraerse de su empleo, e incluso, por iniciativa creadora, genera nuevas formas de manifestación de las mismas.

Su utilización es indudablemente valiosa.  Sin buena comunicación y relaciones interpersonales adecuadas no se pueden acometer dentro de un grupo tareas colectivas de aprendizaje que impliquen el desarrollo creativo de cada uno de los sujetos que integran el grupo.

Sería interminable la lista de vías y métodos que pueden ser empleados para lograr una enseñanza verdaderamente creativa e independiente, es decir, productiva.  Lo más importante es tener en cuenta que cualquiera que sea la vía que adoptemos, en su esencia debe subyacer el elemento problémico, contradictorio, capaz de generar inquietudes y lanzar a la búsqueda.

Para lograr esto es imprescindible una condición: cambiar de concepción, darle un vuelco a nuestras acciones como profesores.  A fin de cuentas, método es precisamente dirección del proceso de aprendizaje y en dependencia de cómo se dirija éste, así será la calidad del proceso y producto que esperamos. Si queremos estudiantes creativos, independientes, capaces, no nos queda otra alternativa que enseñar creando en cada una de nuestras acciones.
Tomado de:
La Pedagogía como ciencia.
Dr. Carlos Alvarez de Zayas.

 La forma, el método, y el medio de enseñanza y aprendizaje.

El proceso docente-educativo posee componentes que caracterizan a dicho proceso en su movimiento, estos son el método, la forma y el medio de enseñanza y aprendizaje.
El objetivo y el contenido expresan el estado, la situación de una cierta unidad o instancia organizativa del proceso, el primero como aspiración y el segundo como cultura a apropiarse para alcanzar el objetivo.  A esto hay que agregarle el resultado, estado final que se alcanza en el proceso.
El método, la forma y el medio caracterizan al proceso en si mismo.

La forma de enseñanza y aprendizaje

El proceso docente-educativo es, en una primera aproximación, la relación entre la enseñanza, el aprendizaje y la materia de estudio.  Ese objeto existe en el espacio y en el tiempo.
La forma de enseñanza es la organización, la estructuración de ese proceso en el espacio y en el tiempo.  Es la expresión organizativa externa del proceso y en correspondencia con los recursos humanos y materiales de que se dispone para su desarrollo.
En ese sentido la forma de enseñanza se expresa, atendiendo al espacio, entre otros aspectos, en la relación profesor, alumnos. De ese modo el proceso se puede desarrollar con un profesor y un grupo grande de estudiantes, o un grupo más reducido de alumnos, e incluso llegar a ser de un solo alumno.  Esas formas organizativas pueden cambiar en el transcurso de una misma clase en correspondencia con los objetivos específicos que se quieran ir logrando.  Por eso la forma es dinámica y se adecua a las necesidades específicas del momento del proceso docente-educativo en cuestión.
La clase es la forma organizativa que adopta el proceso para lograr el objetivo cuando éste tiene un carácter académico.  En consecuencia, existe una tipología de clases de acuerdo con las características que ellas poseen.
Las clases se pueden clasificar de acuerdo con varios criterios.
El más usado se corresponde con los niveles de asimilación.
En correspondencia con este las clases pueden ser de información, o sea de introducción del nuevo contenido, que se corresponde con el nivel de familiarización; o de formación de habilidades que posibilita alcanzar el nivel productivo.
El nivel reproductivo será un tipo de clase que constituye un tránsito entre los dos niveles referidos, y se corresponde con las clases en que se comienza el desarrollo de la habilidad, en el cual el escolar repite la información recibida.
Existe otra clasificación de clases en correspondencia con el tipo de habilidad a formar, ya sea esta experimental, valorativa, de análisis, entre otras.
Otra clasificación de las clases tiene en cuenta el criterio de la cantidad de estudiantes que intervienen en el desarrollo del proceso y podrán ser individuales o colectivas, y estas últimas en pequeños, medianos o grandes agrupaciones: subgrupos, grupos y grupos de años o grados.
En la práctica la tipología de clases más conocida de conferencia, clase práctica, seminario, práctica de laboratorio, talleres, etcétera, responden a clasificaciones binarias o trinarias, de las mencionadas.
La conferencia es el tipo de clase que tiene una estructura organizativa de carácter grupal en que el estudiante se informa, es decir que el profesor introduce el nuevo contenido y significa los elementos esenciales del sistema de conocimientos y muestra la lógica, el modo de pensar y actuar con dichos conocimientos.
Aunque el método de enseñanza puede ser el expositivo no se identifica la conferencia con la sola exposición, porque en la misma el maestro y los alumnos pueden desarrollar otros y varios métodos y procedimientos.
Este análisis es también válido para el resto de los tipos de clases, lo que implica que no se pueden identificar los tipos de clases con los métodos de enseñanza. Una muestra la estructura, la organización y el otro es el modo, la dinámica del proceso.
Sin embargo estas dos categorías se vinculan, se relacionan entre sí, veamos: Como la conferencia se define como la clase que introduce un nuevo contenido, que es parte informacional del nuevo tema, el método fundamental es expositivo o de elaboración conjunta, el trabajo independiente, si lo hay, es mínimo. En otro sentido, la práctica de laboratorio debe tener muy poca exposición profesoral; y así sucesivamente.
La clase, como tal, tampoco se debe indentificar con la evaluación.
En una clase práctica se puede evaluar a varios estudiantes, si así lo aconseja la necesidad del proceso. Pero, lo que es incorrecto que en todas las clases obligadamente se tenga que evaluar a todos los estudiantes.
Como la tendencia es a incrementar las clases de formación de habilidades y a disminuir las de conferencias, resulta innecesario e incluso pedante que en todas las clases se tenga que evaluar. Es el profesor el que tiene la responsabilidad y el derecho de decidir cuándo y cómo evaluar (se refiere a la evaluación frecuente, la que regularmente se desarrolla en el contexto del proceso).
El proceso docente-educativo se organiza también en el tiempo.  En ese sentido las formas de enseñanza y aprendizaje se presentan para una asignatura en forma de año, semestre, bloque o estancia.  En las dos primeras se desarrollan todas las asignaturas en un mismo período;  en bloque se escogen algunas, de cierta afinidad, en un cierto período;  y por ultimo, la estancia, es cuando se organiza de modo tal que se desarrolla una sola asignatura en un determinado período.
La organización del proceso, desde el punto de vista temporal, se puede ejecutar por las mañanas, por las tardes.  En actividades de enseñanza-aprendizaje, de 45 o 50 minutos, en agrupaciones de dos horas lectivas, de cuatro, de seis, etc.  Todo esto son formas de organización del proceso atendiendo al tiempo.
Dentro de una misma clase se puede organizar, estructurar el proceso, en introducción, desarrollo o parte principal de la clase y conclusiones, lo cual es también es una forma de organización del proceso, y responde a la mejor manera de estructurarlo para lograr el objetivo.

 El método de enseñanza y aprendizaje.

Como hemos dicho en varios lugares de esta monografía, cuando se pasa a un nivel de profundidad mayor en el análisis del proceso docente-educativo, surgen los componentes como elementos fundamentales de su caracterización: objetivo, contenido, método, etc.
En el análisis inicial del proceso docente-educativo, ver epígrafe 4.1, este se consideró como procesos de actividad y comunicación, ahora a un mayor nivel de profundidad, se hace con ayuda del concepto de método, el que está sumido en el proceso docente-educativo y relacionado con el resto de los componentes, con carácter de ley, como hemos explicado en los epígrafes anteriores.

 El método como estructura de la actividad.

El método es también estructura, organización del proceso docente-educativo, pero de aspectos más esenciales del proceso, en primer lugar de la estructura de la actividad.  Aquí se refiere al orden de las distintas técnicas y procedimientos que en el transcurso de las actividades (aprendizaje y enseñanza) se ejecutan por el profesor y los estudiantes.
El método es el modo de ejecutar el proceso, es el orden, la estructura, de la actividad para lograr el objetivo.  Por supuesto, el método se desarrollará en el marco de las formas, es decir, en el espacio y en el tiempo.
Así por ejemplo, el método de enseñanza es expositivo, cuando el papel principal de la actividad docente lo desarrolla el profesor y el aprendizaje es más receptivo y mucho menos activo.  Es de actividad conjunta cuando en la estructura de procedimientos ambos lo desarrollan por igual;  y es de trabajo independiente cuando es el estudiante quien, en lo fundamental, ejecuta la actividad, cuando es más activo.
Cualquiera de estos tres tipos de métodos se pueden ejecutar en formas de organización diversas, desde los grupos más numerosos hasta el individual; aunque, por supuesto, mientras mayor es el numero de estudiantes más expositivo es el proceso docente-educativo.
La clasificación de los métodos puede ser muy variada en correspondencia con el criterio de clasificación que se escoja.
Así, por ejemplo, se puede escoger el que se refiere al que mejor estimula el nivel de asimilación del contenido.  En ese sentido los métodos pueden ser de familización, en que el estudiante desarrolla aquellos procedimientos que sólo permiten poseer una ligera aproximación al contenido de estudio;  reproductivo, que se caracteriza porque los procedimientos escogidos le posibilitan repetir la información recibida;  productivo, que faculta al estudiante, como resultado de la estructura de procedimientos que ejecuta, a resolver problemas nuevos para dicho estudiante;  y creativo, en que el alumno resuelve problemas cualitativamente nuevos para el mismo, en los que tiene que concebir conceptos o métodos ignorados para el escolar.
Otra clasificación de los métodos atiende a la lógica interna de los contenidos, esto se refiere a cómo será la estructura de procedimientos a seguir en el desarrollo del proceso docente-educativo de acuerdo con la lógica del contenido que se siga.  Así el método puede ser deductivo en que se aprende ordenando primero los conceptos más generales y después los particulares que se infieren de aquellos; o inductivo, cuya lógica es inversa.
El método, como estructura de la actividad, determina el orden de las acciones y operaciones que desarrollan estudiantes y profesores.  La misma está subordinada al objetivo pero condicionada por las características de cada estudiante y por el contexto en que se desarrolla el proceso.
En consecuencia, decimos que el método es función del objetivo, del contenido y de las condiciones.  Del objetivo porque encierra la habilidad generalizadora la que determina al método en su aspecto más general; del contenido, porque expresa la habilidad en cada una de las acciones y operaciones inherentes al mismo; y de las condiciones, porque cada una de las acciones y operaciones se singulariza en cada escolar de acuerdo con su nivel de partida, gustos, intereses y motivaciones.

  El método como estructura de la comunicación.

Como ya hemos estudiado en otra parte de esta monografía el estudio del proceso docente-educativo no se agota con el concepto de actividad.  Aunque el proceso se manifiesta en la actividad, en el aprendizaje y la enseñanza, su esencia está en las relaciones entre los componentes del proceso, en sus leyes, que contienen, en ultima instancia, las relaciones inherentes a la Didáctica.
El método como estructura del proceso no es sólo, por tanto, estructura de la actividad, sino que el mismo debe expresar, en un mayor nivel de profundidad, la estructura de las relaciones sociales que están presentes en el proceso y en primer lugar en la comunicación.
El método, como categoría pedagógica, contendrá por tanto, como se conoce de la teoría de la información, todos los conceptos y regularidades inherentes a la misma, como pueden ser:  emisor, receptor, medio, empatía, papel dinámico del sujeto receptor de la información, etcétera.
El método tiene en las relaciones sociales su esencia, por ello, es imprescindible, para su desarrollo, partir de la cultura, tradiciones, vivencias y necesidades del escolar que posibiliten denotar y connotar el contenido a asimilar.
El método como estructura de la comunicación y la actividad está condicionado por la lógica del objeto de estudio (contenido), cuya estructura influye en cierto grado en la estructura del método, aunque no se identifican.  Esto es así porque en función del objetivo, dicho contenido se "humaniza", en el método, de acuerdo con los intereses y gustos del alumno, aunque lo objetivo del objeto se refleja en buena medida.  Es decir el método, es función del contenido, pero subordinados ambos al objetivo y condicionados por las características de cada estudiante.
En resumen, la organización del proceso docente-educativo pasa desde los aspectos más externos, que se refieren a las formas de organización, en el espacio y en el tiempo, como son la relación profesor-alumnos, el lapso de cada periodo de actividades docentes, la estructura temporal de cada una de las partes de la clase en introducción, desarrollo y conclusiones;  a otras más internas, que se manifiesten en el método, como son los que devienen de la estructura de la actividad o de la comunicación, determinados por el objetivo, el contenido y las condiciones.
Por último, queremos analizar un posible error que con frecuencia se observa en la literatura pedagógica y es que se confunden los conceptos de método y forma con el de proceso docente-educativo.
Este último es el todo, el sistema, es el objeto de estudio, la forma y el método son componentes, son parte del objeto.
El proceso docente-educativo como gran sistema puede tener subsistemas de una misma naturaleza.  Así por ejemplo una carrera universitaria que es un proceso docente-educativo que garantiza la formación de un profesional tiene, a ese nivel, objetivos, contenido, método, en fin, todos los componentes inherentes a ella.  La carrera está compuesta por un conjunto de disciplinas que son a su vez proceso docente-educativo con sus respectivos objetivos, contenido, método, etc.  Así, y de un modo derivado, llegamos al tema, a la clase, a la tarea docente, célula, esta última de dicho proceso docente-educativo.
Por esa razón discrepamos cuando leemos que la clase es la forma organizativa principal que adopta el proceso docente-educativo.  La clase es proceso, no es forma.  La clase es aquel proceso docente-educativo que se organiza, que se estructura de modo tal que garantiza determinados resultados en aras de alcanzar un cierto objetivo y que como tal puede constituir un eslabón vital en el fin que se persigue.
El identificar el proceso, como un todo, con uno de sus componentes, en este caso la forma, tiene el peligro de obviar los componentes fundamentales y en primer lugar el objetivo, que es, como se sabe, la categoría rectora, porque en él se concreta la necesidad social, la razón de ser de la escuela.
Otros autores identifican el proceso docente-educativo con el método.  Este es la estructura del proceso, pero no es el todo, el objeto, el sistema.  Por supuesto el método responde al objetivo, con carácter de ley, y por ello está implícito en el mismo, pero no lo agota, ya que su relación no es lineal, sino dialéctica y su interinfluencia no es inmediata y tienen relativa independencia.
En conclusión, el método es la estructura de las relaciones sociales que se desarrollan en el proceso docente-educativo y que se manifiestan en la actividad, la forma es la organización que en el espacio y en el tiempo adopta ese proceso.  El método es la estructura interna del proceso;  la forma, la externa.

Para completar el análisis pasemos a definir el resto de los componentes que participan el proceso docente-educativo.

El medio es el componente del proceso docente-educativo que manifiesta el método en el desarrollo de dicho proceso, es decir, el método es la configuración interna del proceso como hemos estudiado y se vincula dialécticamente con el medio externo mediante los medios.  Cada método se exterioriza mediante la palabra de los profesores y los alumnos, mediante la escritura que desarrollan en el pizarrón, en la libreta, en el texto, mediante el uso de los retroproyectores, láminas, transparencias, mediante el equipamiento de laboratorios, etcétera.


 Dra. Julia García

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